Mallorca es un destino que no deja de sorprender a quienes la visitan. Con su impresionante mezcla de playas paradisíacas, pueblos encantadores y paisajes montañosos, una semana en esta isla puede ser la escapada perfecta. Pero, ¿cuántos días se necesitan para explorarla a fondo? Siete días son ideales para disfrutar de la esencia de Mallorca. Este itinerario de una semana te llevará por los rincones más espectaculares de la isla, desde calas escondidas hasta miradores recomendados.

Día 1: Descubriendo Caló des Moro y Palma de Mallorca
Comienza tu aventura con un desayuno en Palma, degustando una ensaimada en Can Joan de S’aigo, una de las pastelerías más emblemáticas de la isla. Luego, pon rumbo hacia Caló des Moro, una cala virgen escondida entre acantilados con aguas tan claras que parecen sacadas de una postal. Llega temprano para asegurarte un buen sitio en la arena, ya que este paraíso se llena rápidamente durante los meses de verano.

Si prefieres un lugar más amplio, Cala Llombards es una excelente alternativa, con todos los servicios necesarios y un gran parking cercano. Tras disfrutar de la playa, regresa a Palma y visita el Castillo de Bellver antes de sumergirte en el encanto del casco antiguo, con paradas obligadas en la Catedral de Santa María y el Palacio Real de la Almudaina.

Día 2: Playas de Es Trenc y Pueblos con Encanto
El segundo día arranca con un viaje a la playa de Es Trenc, una de las más impresionantes de Mallorca, con su arena blanca y aguas turquesas que te harán sentir como si estuvieras en el Caribe. Después de un refrescante baño, dirígete hacia Valldemossa, un pueblo pintoresco donde podrás disfrutar de un almuerzo tradicional mallorquín.

La tarde se reserva para visitar Deià, un pueblo que ha inspirado a artistas durante décadas, seguido de una parada en el mirador de Sa Foradada para contemplar una de las mejores puestas de sol de la isla. De regreso a Palma, una cena en Santa Catalina es la manera perfecta de cerrar el día.

Día 3: Entre Montañas y Mar
Comienza tu tercer día con un viaje al Puerto de Sóller, donde puedes tomar un barco hasta Sa Calobra, una cala espectacular ubicada en la desembocadura del Torrent de Pareis. Si prefieres conducir, la serpenteante carretera hasta la cala también es una opción emocionante. De vuelta en Sóller, disfruta de un paseo en el tranvía histórico hasta el pueblo, conocido por sus campos de naranjas y su encantadora plaza central.

Después de explorar Sóller, dirígete a Fornalutx, considerado uno de los pueblos más bonitos de España, antes de regresar a Palma para cenar en uno de sus acogedores restaurantes del centro.

Día 4: Explorando Cuevas y Castillos
El cuarto día te lleva a las Cuevas del Drach, hogar de uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo, donde puedes disfrutar de un concierto de música clásica bajo tierra. A continuación, visita el Castillo de Capdepera, una fortaleza medieval que ofrece vistas panorámicas de la costa.

Termina el día en Alcúdia, explorando su casco antiguo rodeado por murallas, antes de regresar a Palma para una cena en algún restaurante local, donde podrás saborear los auténticos sabores mallorquines.

Día 5: Ruta por el Norte de Mallorca
Dedica el quinto día a explorar Pollensa y sus alrededores. Este pueblo, con más de 3.000 años de historia, es famoso por su Calvari, una colina con 365 escalones que ofrece vistas espectaculares. Por la tarde, dirígete al Cap de Formentor, donde los acantilados se encuentran con el mar, creando paisajes que parecen sacados de un sueño.

Antes de regresar a Palma, disfruta de un baño en la Playa de Formentor, y si tienes suerte, contempla la puesta de sol desde el Faro de Formentor, un espectáculo que no olvidarás fácilmente.

Día 6: Serra de Tramuntana, Patrimonio Mundial
El sexto día se centra en la Serra de Tramuntana, una cordillera que recorre la costa noroeste de Mallorca. Conduce por carreteras que bordean acantilados y paran en miradores que ofrecen vistas panorámicas inigualables. Explora pueblos como Banyalbufar y Esporles, donde el tiempo parece haberse detenido.

Para una tarde tranquila, relájate en alguna de las calas escondidas de la isla, como Cala Pi o Cala Mitjana, antes de regresar a Palma para tu última cena en la isla.

Día 7: Despedida en la Isla de Cabrera
El último día es perfecto para una escapada a la Isla de Cabrera, un pequeño paraíso natural accesible en barco desde la Colonia de Sant Jordi. Aquí, puedes hacer senderismo, explorar el Castillo de Cabrera y practicar snorkel en sus aguas cristalinas. Es la manera perfecta de despedirte de Mallorca, disfrutando de su naturaleza en estado puro.

Al regresar a Palma, aprovecha para hacer algunas compras de última hora o simplemente pasea por sus calles antes de tu partida. Para cerrar con broche de oro, cena en el barrio de pescadores y disfruta de la atmósfera relajada que caracteriza a la isla.

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